Qué hay que tener en cuenta al trasladar las bajas desde la zona limpia de la granja hasta el área de almacenamiento de bajas previo a su tratamiento: contenedor, incinerador o hidrolizador.
Un programa completo de bioseguridad en una granja porcina debe considerar todos y cada uno de los movimientos (ejemplo: animales vivos/muertos, personas, suministros) dentro y fuera del espacio de producción animal y a través de los límites de la zona limpia / sucia de la granja. Para cada uno de estos movimientos, se requiere un protocolo de bioseguridad. En este artículo, nos centraremos en la gestión de bioseguridad del movimiento de los animales muertos.
Existen varias opciones de gestión de las bajas. La incineración se realiza por personal de la propia explotación, mientras que la recogida tradicional y la hidrólisis utilizan un servicio externo de camiones especializados para el traslado del material (cadáveres o subproducto de la hidrólisis) con destino a la correspondiente planta de tratamiento.
El manejo de cadáveres que oscilan entre 1 y 250 kg es una tarea en granja que plantea algunos desafíos especiales y debe abordarse adecuadamente para garantizar la seguridad de los trabajadores y la bioseguridad de la granja. Al considerar la bioseguridad, el movimiento para la eliminación de animales muertos y otros tejidos (por ejemplo, placentas y fetos) es un evento que presenta un riesgo de propagación de patógenos y contaminación cruzada a varios niveles. Por lo tanto, es necesario considerar los siguientes aspectos de bioseguridad:
- Biogestión (bioseguridad interna) – riesgo de diseminar una infección dentro de la granja a través de vectores (es decir, insectos y roedores) y fómites (es decir, botas, ropa de granja, herramientas, etc.).
- Biocontención (prevención de la propagación a otras granjas): riesgo de propagación de patógenos al exterior de la granja y transmisión por vectores y fómite
- Bioexclusión (bioseguridad externa): riesgo de entrada de un nuevo patógeno al cruzar el límite limpio / sucio entre el espacio de los animales (es decir, zona de acceso restringido o RAZ) y el exterior de las instalaciones de la granja (es decir, zona de acceso controlado o CAZ) (Imagen 1).
Cada uno de los pasos debe realizarse de manera segura, por lo que es fundamental que la extracción de cadáveres esté incluida en los protocolos de bioseguridad de la granja y sea parte de la formación de todos los trabajadores.
Revisemos los mensajes claves en cuanto a la bioseguridad:
1. Lugar de extracción de las bajas desde el RAZ
Todos los cadáveres deben trasladarse a un lugar debidamente designado en la granja al que se pueda acceder desde fuera del área restringida (RAZ). Esta ubicación debe ser cerrada, fácil de limpiar y con acceso directo desde la zona de acceso controlada. Puede haber ubicaciones únicas o múltiples (es decir, en área de lactancia, gestación, GDU, etc.) según el tamaño de la granja. Idealmente, las ubicaciones deben estar separadas de otras zonas de transición (es decir, entrada / salida de carga, entrada de suministros, entrada de personal, etc.) para evitar la contaminación cruzada. Finalmente, el área de manejo de la mortalidad y el equipo dedicado (es decir, carros, carretillas, cestas) deben permanecer siempre organizados y limpios.
2. Protocolo de transición entre zonas (línea roja)
La línea roja del RAZ en la Imagen 1 separa el lado limpio (es decir, el interior) del lado sucio (es decir, el exterior o la zona de acceso controlado) donde se encuentra ubicado el punto de almacenamiento/recogida de bajas. El límite hipotético entre RAZ y CAZ puede ser una línea roja pintada en el suelo o se puede hacer que coincida con una barrera física (es decir, el límite de una puerta o panel elevado) para evitar el movimiento inadecuado de personal y equipo.
El personal de la granja debe trasladar las bajas al lugar correspondiente utilizando un equipo de protección específico (ropa de granja, calzado y guantes desechables). Ese equipo específico de manejo de bajas debe quedar fuera del área limpia. Es importante destacar que el trabajador designado o los trabajadores a cargo de la eliminación de cadáveres solo deben regresar a la granja después de un tiempo de inactividad designado (“down time”) y tras una entrada biosegura a la instalación. Es muy recomendable realizar el movimiento de cadáveres a los puntos de almacenamiento/recogida al final de la jornada laboral o del turno.
3. Diseño y ubicación del punto de almacenamiento/recogida de cadáveres del CAZ
¿Cuál es el diseño ideal de esta área? Con independencia del sistema de tratamiento escogido, destacaremos algunos aspectos importantes de su diseño:
- Debe protegerse para que los animales carroñeros y las aves no puedan acceder al material (Imagen 2).
- Deben identificar fácilmente los límites limpios y sucios para que el personal de la granja lo tenga en cuenta y aplique las medidas de bioseguridad correspondientes. (Imagen 3)
- Las estructuras y superficies de la zona de almacenamiento de bajas deben estar hechas con material duradero e integrarse en el mantenimiento rutinario de la explotación para que se conserven en las mejores condiciones considerando las diferentes condiciones climáticas. (Imagen 3)
¿Cuál es el diseño ideal del acceso de los vehículos del gestor externo para la retirada del material (animales muertos, subproductos de la hidrólisis o del incinerador)?
Lo ideal sería que los vehículos limpios (es decir, los de suministros, semen, existencias genéticas) y sucios (es decir, camiones de pienso, retirada de bajas, envío a matadero/ desvieje, manejo del purín, etc.) tuvieran un acceso diferente de entrada y salida (Imagen 3). En el caso de la hidrólisis y de la recogida, las transferencias hacia o desde vehículos sucios deberían ocurrir en un área ubicada fuera del vallado que rodea la zona de acceso controlado (Imagen 4) pero siempre accesible desde el CAZ por parte del personal de la granja.