¿Estamos listos para dar este paso adelante? ¿Y declarar una sospecha? ¿Sabemos cómo proceder? ¿Cuáles son los protocolos que se implementarán y con qué rapidez sucederán?
Siguiendo recomendaciones de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), la mayoría de países han implementado un proceso regulatorio que requiere legalmente la notificación inmediata a una autoridad competente, como un ‘veterinario oficial’ (VO), cada vez que exista una sospecha de una enfermedad de notificación obligatoria (como la peste porcina africana, PPA) en las instalaciones de una granja. Tan pronto como se denuncia cualquier sospecha, la respuesta regulatoria sigue unas pautas estrictas, que ya quedan fuera del alcance tanto del veterinario que declara como del propietario de la granja. Todos sabemos que cuanto antes se notifique un brote, más rápido podrán actuar los funcionarios para controlar la propagación de la enfermedad mediante el control inmediato de los movimientos de animales y productos. Sin embargo, como dijo una vez el profesor español Sánchez-Vizcaíno, «esta es una competición para la que nadie quiere ganar la ‘medalla de oro’ porque nadie quiere ser el primero en declarar la enfermedad en su propia región». Pero debemos animar a los veterinarios de campo para que consigan el oro y sean conscientes y valientes ante la sospecha de un caso. ¿Estamos listos para dar este paso adelante? ¿Y declarar una sospecha? ¿Sabemos cómo proceder? ¿Cuáles son los protocolos que se implementarán y con qué rapidez sucederán? Hicimos estas y muchas más preguntas a los profesionales del sector que colaboran con nosotros desde Rusia, China, el Báltico y Polonia, que han estado lidiando con la enfermedad durante muchos años.
Todos nuestros colaboradores han estado involucrados, de una forma u otra, en la notificación de un brote de PPA. Todos estuvieron de acuerdo en que informar el brote lo antes posible era lo correcto y, según su experiencia, los VO actúan rápidamente (en cuestión de horas), siguen protocolos claros y son muy profesionales. Desafortunadamente, este proceso no siempre fue tan fácil como lo es ahora en muchos lugares. El Dr. Kolbasov, actual director del centro de referencia ruso para la investigación y el diagnóstico de la PPA, señaló que el proceso de declarar mejoró notoriamente en Rusia cuando se estableció una compensación financiera para los ganaderos afectados. Después de este cambio, los ganaderos y sus veterinarios estuvieron más dispuestos a informar adecuadamente de sus sospechas a las autoridades y la colaboración entre ganaderos, veterinarios y VO se hizo más efectiva. El autor cree que el control de todos los animales en cada instalación durante la prohibición del movimiento (incluso antes de la confirmación positiva de la muestra), ayudó en el diagnóstico de la enfermedad en caso de que el número de animales disminuya.
El Dr. Cepulis, nuestro consultor porcino con sede en Lituania que trabaja en toda la región del Báltico está de acuerdo con su colega ruso en el hecho de que los veterinarios y los productores comerciales entienden la importancia de hacer lo correcto. Sin embargo, describió un escenario muy diferente para algunos granjeros de traspatio, que decidieron vender, mover u ocultar animales a las autoridades reguladoras. Compartió con nosotros que, en los países bálticos, el gobierno sólo paga el coste de los animales sacrificados, los alimentos destruidos y los desinfectantes utilizados durante el brote. Sin embargo, hay mucho más coste adicional, como la interrupción de la producción, la pérdida de participación de mercado y el coste de la mano de obra de limpieza y desinfección. Cree que los ganaderos con un seguro que cubrió parte de esta pérdida pudieron recuperarse financieramente. Sin embargo, muchos otros no fueron tan afortunados. Cuando la PPA apareció en Lituania, las compañías de seguros se negaron a asegurar a los animales. A un ganadero le dijeron «No aseguramos contra la guerra durante la guerra». Ahora ya es posible tener seguro, pero es tan caro que los ganaderos no pueden pagarlo y todavía no tienen ninguna garantía para su negocio. El Dr. Karbowiak, nuestro veterinario de Polonia, mencionó que allí la situación es parecida. Sin embargo, el escenario chino es muy diferente según ha experimentado el Sr. Corns. Él cree que, el hecho de no informar sobre muchos brotes en China, ha llevado a una falta de comprensión de cómo se está propagando la enfermedad dentro de China. Esta falta de transparencia y la falta de trabajo colaborativo entre los productores, sus veterinarios y los VO no está permitiendo detener el avance de la enfermedad: «Esta situación de falta de información o la falta de declaración de la enfermedad está evitando que la industria vuelva a la producción normal». Al Sr. Corns, como muchos de los veterinarios porcinos en la industria, le preocupa la epidemiología de la enfermedad en China y las pérdidas de producción a gran escala.
Después de la notificación oficial a un VO, se debe seguir el protocolo de diagnóstico oficial. Sólo el VO puede recoger y enviar las muestras para garantizar la trazabilidad y la bioseguridad necesarias durante el transporte de la muestra al laboratorio oficial. Se toman muestras de sangre de animales vivos y tejidos de los animales muertos (especialmente bazo). El Dr. Kolbasov es el profesional con más experiencia y compartió valiosas recomendaciones con nosotros. Señaló que, dado que la sangre es una preocupación importante en la transmisión del virus de la PPA, es clave el evitar contaminaciones con sangre al recoger las muestras. También es fundamental limpiar y desinfectar muy bien el área después del proceso de muestreo. Después de más de 10 años enfrentándose a brotes y evitando una mayor transmisión de la enfermedad, han desarrollado una nueva técnica de muestreo para prevenir la contaminación ambiental con el virus. Para extraer el bazo hacen un pequeño orificio, sin abrir completamente la cavidad abdominal, lo que minimiza la liberación del virus (diapositivas). Cuando se realizan las necropsias y se toman muestras en el campo, su sugerencia es siempre colocar una barrera de plástico (por ejemplo, una bolsa de plástico grande abierta) para minimizar la contaminación y facilitar la desinfección de cualquier superficie después del proceso de muestreo (diapositivas).
Cuando el Dr. Karbowiak informó sobre un posible brote de PPA, se quedó muy impresionado y agradecido con la rápida acción del VO. Como comentamos en el artículo anterior, después de una hora visitando la granja, observó signos clínicos que provocaron la llamada al VO regional, con el que compartió sus sospechas. Ese día, sin desearlo, se vio obligado a competir por la «medalla de oro» de Sánchez-Vizcaíno. El VO tardó poco más de 60 minutos en llegar a la granja y tomar el control de la situación. Durante las siguientes 5 horas, el Dr. Karbowiak observó cómo comunicaban la decisión de detener todos los movimientos de animales en las áreas circundantes, visitaban todas las naves de la granja, realizaban sus entrevistas y tomaban todas las muestras. Después de este tipo de experiencias, todos nuestros profesionales del sector estuvieron de acuerdo en que, tanto el VO, como el personal del laboratorio involucrado en estos casos, son profesionales altamente motivados que trabajan largas horas para actuar de la manera más rápida posible para hacer lo correcto.
En el próximo artículo, explicaremos las estrategias de bioseguridad más importantes que nuestros profesionales del sector porcino creen que funcionan mejor dentro de sus países para ayudarlos a prevenir la propagación de esta enfermedad.
Fuente: https://www.3tres3.com/