En un mundo donde los ingredientes del pienso se comercializan a nivel global ¿Sabemos cuál es la dosis mínima para transmitir el virus de la PPA en pienso? y ¿en agua?
La epidemia de Peste Porcina africana que está afectando Europa Central y Asia no deja de sorprendernos, especialmente por la aparente facilidad con la que algunas explotaciones se han infectado, algunas de las cuales, con una aparente buena bioseguridad. Este es el caso de algunas de las explotaciones industriales infectadas en Rumanía o Bulgaria. El hecho que los Servicios Veterinarios Oficiales Rumanos consideraran como probable la infección de una de estas grandes explotaciones a partir del agua del Danubio levantó todas las alarmas, pues revisando bibliografía no había datos al respecto.
El presente artículo es interesante, pues por primera vez establece cuáles deberían ser las dosis mínimas infectivas en agua y pienso para generar una infección. Que el agua contaminada o el pienso puedan infectar no debería sorprender, pues ya sabemos desde hace años que la alimentación de los cerdos con comida contaminada ha sido una de las principales vías de infección. Pero creo que es importante no entrar en pánico y empezar a pensar que cualquier pienso o agua utilizada en una granja puede ser material infectante, especialmente si consideramos la experiencia que tenemos en España con la enfermedad. Para que se me entienda mejor, me he permitido realizar unos pequeños cálculos para ver qué probabilidad real tenemos de alcanzar concentraciones infectantes en agua de bebida y para que sea más gráfico he tomado el ejemplo de la granja teóricamente infectada a partir del agua tomada del Danubio. ¿Alguien sabe cuántos cerdos muertos infectados deberían caer o lanzarse al Danubio para conseguir una dosis de 101 TCID50? Pues bien, considerando los datos de caudal medio del Danubio: 6500 m3/s y teniendo en cuenta que el peso medio de los cerdos lanzados al Danubio fuera de 50 kg y que toda la sangre presente en éstos (65 ml/ kg de peso) quedara diluida en el agua del Danubio y que la concentración de virus en sangre fuese la detectada en casos de una infección aguda: 3 x 106 copias/200 microlitros (Blome et al., 2013) se necesitaría que cada día cayeran o se tiraran al río al menos 115 cerdos, que toda la sangre contenida en sus cuerpos quedara diluida en el agua de bebida y que esta agua no se sometiese a ningún sistema de desinfección que pudiese reducir su carga viral.
En lo que respecta a las materias primas y según el mismo trabajo, la carga infectiva debe ser mayor a 105,6 TCID50 por lo que parecería una vía menos probable si pensamos en una posible contaminación en los campos de origen, pero sí puede ser un factor para tener en cuenta si la contaminación se produce durante el almacenaje.
Cuando consideremos la bioseguridad de explotaciones porcinas, teniendo en cuenta este estudio, habrá que considerar la higienización del agua de bebida, especialmente cuando ésta provenga de orígenes que puedan tener cierto riesgo (como ríos o canales) y en lo que respecta al pienso lo más importante será asegurarnos que tanto proveedores como usuarios tengan sistemas de almacenaje seguros que eviten el contacto de la materia prima con fuentes de contaminación (como pueden ser otros animales: roedores, pájaros, jabalíes).
Resumen del artículo comentado ¿Qué se estudia? ¿Cómo se estudia? La infección experimental se llevó a cabo en 68 cerdos híbridos sanos de alrededor de 52 días de edad en una instalación de contención de bioseguridad nivel 3. Se realizaron 7 réplicas separadas con las diferentes dosis. La fuente del virus era bazo recogido de cerdos infectados de forma aguda con la cepa del virus de la PPA, Georgia 2007 (la cepa que circula actualmente en Europa y Asia). La dosis de virus se tituló en diferentes diluciones de 100 a 108 TCID50/ml (Dosis infectiva 50% en cultivo tisular), que se añadieron a 100 ml de medio líquido (RPMI) o a 100 g de pienso (libre de ingredientes de origen animal). La selección de la dosis infecciosa se determinó utilizando el método de reevaluación continua para ajustar la ID50 (Dosis infecciosa) y optimizar la curva de determinación de la dosis. Los cerdos tuvieron restringido el acceso al alimento y al agua durante 10-14 horas para asegurar el consumo del líquido o el alimento con el virus añadido. Los cerdos de control no inoculados fueron alojados con cerdos expuestos en corrales separados. Los cerdos fueron expuestos a una sola dosis de virus de la PPA. Basándose en la exposición única, los autores modelaron exposiciones repetidas, suponiendo que las exposiciones repetidas sean eventos independientes. Calcularon la probabilidad de infección de múltiples exposiciones como 1-(1-p)q, p=probabilidad de exposición única y q=número de exposiciones. Los cerdos fueron examinados clínicamente dos veces al día hasta ser eutanasiados el día 5 o antes si se observaban signos clínicos de PPA. Se confirmó la infección mediante 3 pruebas: PCR en sangre, PCR en bazo o aislamiento del virus en el bazo. ¿Cuáles fueron los resultados? Treinta y dos cerdos mostraron evidencia de infección por PPA (16 positivos por aislamiento del virus y PCR en bazo, 8 positivos solo en el aislamiento del virus en bazo, 8 positivos en todas las pruebas). En general, la probabilidad de infección aumentó a medida que aumentaba la dosis. La dosis infecciosa mínima de virus de la PPA en líquido fue de 100 TCID50, en comparación con 104 TCID50 en piensos. La dosis infecciosa media fue de 101,0 TCID50 para líquido y 106,8 TCID50 para pienso. Tabla 1. Resumen de los resultados en cerdos expuestos oralmente al VPPA en líquido o pienso para determinar la dosis infecciosa de VPPA cuando se consume de forma natural. TCID50;Dosis infectiva 50% en cultivo tisular, – Cerdos no analizados. Cuando se modelaron múltiples exposiciones, la probabilidad de infección aumenta en todos los niveles de dosis tanto para líquido como para pienso. Tras 10 exposiciones con líquido que contenga virus de la PPA, la probabilidad es cercana al 1 en el nivel de dosis más bajo de 1 TCID50. ¿Qué conclusiones se extraen de este trabajo? Este documento demuestra que el virus de la PPA Georgia 2007 puede transmitirse fácilmente por vía oral a través del consumo natural de líquido y pienso, aunque se requieren dosis más altas para la infección en piensos de base vegetal. La baja dosis infecciosa del virus de la PPA a través del consumo de líquido debe considerarse un posible factor para la propagación de PPA a través del agua. A pesar de que se requiere una dosis infecciosa mínima más alta en los piensos en comparación con el líquido, los autores plantean la hipótesis de que la alimentación puede suponer un mayor riesgo que la procedencia del agua porque la entrega de piensos es un evento de alta frecuencia y la fabricación centralizada de piensos utiliza ingredientes cuyo origen es mundial, lo que facilita la distribución de piensos contaminados a un gran número de granjas porcinas.
Fuente: www.3tres3.com |